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El papel pintado es un elemento para decorar las paredes que se ha vuelto a poner de moda. Entre sus ventajas destacan que hay infinidad de diseños y acabados para poder personalizar cada estancia (dormitorios, cocinas...) que es fácil de colocar, resistente y tapa las imperfecciones de las paredes. Lo más importante es comparar la cantidad suficiente para el espacio que quieres empapelar.
Para conseguir un perfecto acabado, el papel debe colocarse sobre una pared lisa. Aunque el papel tapa pequeños defectos, las grandes irregularidades por desconchones o por un acabado texturado como gotelé pueden estropear el resultado final. Para ello debes eliminarlo previamente con una lijadora o cubriéndolo con una pasta que hay para cubrir el gotelé.
Llega la hora de elegir el papel que hay de varios tipos:
Normal: la capa decorada lleva el dibujo impreso, sin ningún revestimiento protector. Es fino y no resiste la humedad ni la limpieza. Para su colocación hay que aplicar cola en la pared pero también en el reverso del papel.
Vinílico: consta del papel base y una capa decorada vinílica. Es grueso y resistente y se puede lavar sin problemas, algunos incluso con lejía. Se puede colocar en cuartos de baño o cocina ya que reíste bien cierto grado de vapor.
Con base textil (TNT): la capa base tiene un componente textil, que permite infinidad de diseños y texturas, y que va recubierto de una película vinílica que aumenta su resistencia.
Debemos calcular los rollos que necesitamos, para ello debemos medir lo que vamos a empapelar.
PASOS A SEGUIR PARA EMPAPELAR LAS PAREDES
Y... a empezar a empapelar, debemos leer bien las instrucciones que proporciona el fabricante en el rollo, porque cada producto presenta pequeñas diferencias a la hora de colocarlo.
1. Tienes que asegurarte de que el primer pliego de papel está perfectamente recto, porque si no, irá mal todo el trabajo. marca una línea vertical en toda la pared con ayuda del nivel.
2. Encola la pared con la brocha. Si te sales de l marca o manchas una zona que quieras conservas sin papel, limpia con un trapo humedecido en agua caliente.
3. Una vez encolada la pared, enrolla el papel al contrario de como venía, para que te sea más fácil colocarlo. Aplica un poco de cola en el reverso del papel. Esto te permitirá jugar con él para colocarlo correctamente.
4. Coloca la tira de papel en la parte alta de la pared, presiona y e desplegando el rollo, solo hasta la mitad. Pasa el cepillo seco por la superficie para que se adhiera a la cola y evitar burbujas.
5. Sujeta el resto del rollo replegado y no sueltes hasta que la parte superior de la tira esté bien pegada, asegurándote de que no quedan arrugar ni bolsas de cola.
6. En el encuentro con los cercos de la ventanas y puertas debes ser cuidadoso al rematar. Sobrepón el papel 2 o 3 cm por encima y aplícalo a la pared; pasa el cepillo por encima para que fije bien la cola y ya puedes rematar usando unas tijeras. Deja un margen tanto a lo largo como a lo ancho y lo rematas después.
7. Corta el papel junto al cerco de la ventana o puerta. Utiliza un cúter, mejor con la cuchilla nueva.
8. Si el papel tiene dibujo, en la siguiente tira sigue la secuencia. Lo mejor es que acerques el rollo entero a la pared y lo subas o bajes hasta encontrar el punto en que casa el motivo.
9. Desliza la mano hacia abajo por encima del papel hasta llegar al suelo. Haz en él una marca un par de centímetros más abajo del borde del rodapié. Colócalo sobre la mesa y corta la tira.
10. Es muy importante que pongas bastante cola en el encuentro entre dos pliegos de papel para evitar que se despegue con el tiempo. Si mancha un poco la cara vista, no pasa nada. Después pasarás un trapo húmedo para limpiar el exceso de cola.
11. Debes tener la precaución de que una tira de papel no monte encima de la otra. Pon el papel sobre la pared encolada, ligeramente separado de la tira anterior y ve acercándolo hasta unirlo. El adhesivo hará que se deslice sin problemas.
12. Pasa el rodillo por las juntas para pegarlas perfectamente y que sean casi invisibles.
13. Con la ayuda de un regla metálica o de un listón de madera, corta el exceso del papel sobre el rodapié y en el encuentro con el techo. Procede igual con el resto de las paredes. Deja secar de 4 a 6 horas y tienes listo tu empapelado.
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La pintura de pizarra es una solución práctica y muy decorativa. Es perfecta para la decoración de cualquier espacio de tu hogar.
Si tienes hijos, seguramente te hayas encontrado alguna pared de la casa pintada con sus pinturas favoritas. No se sabe por qué, pero los más pequeños acostumbran a ver las paredes como lienzos sobre los que dejar volar su imaginación. La solución es más sencilla de lo que puedas llegar a imaginar. Convierte cualquier pared, mueble o superficie en una pizarra y… ¡qué pinten!
La pintura de pizarra es una solución práctica y muy decorativa. Es perfecta para la decoración de las habitaciones infantiles e incluso, para la cocina u otro espacio del hogar.
Convertir en una pizarra una pared de cualquier estancia es una opción económica, creativa y muy resistente. Además, permite renovar el diseño interior de nuestra casa en poco tiempo y con un resultado magnífico.
La pintura de pizarra, está disponible en verde y en negro (los mas comunes) y en 18 colores más, es ideal para convertir en una pizarra una pared de la habitación de los más pequeños, pero no nos quedemos sólo con esta opción. En la cocina, podemos optar por pintar una de las paredes, un trozo, el interior de la puerta, algún mueble o electrodoméstico. Las posibilidades son infinitas y conseguiremos un espacio moderno y muy práctico.
De los 18 colores de pintura pizarra que tenemos nuevos, son al agua. La pintura pizarra en verde y negro la tenemos al disolvente y también al agua. Ambas proporcionan un gran cubrimiento. Puede aplicarse con brocha o rodillo y el resultado es un acabado profesional que no te dejará indiferente. Sin reflejos y con un tacto muy agradable.
Otra de las aplicaciones de la pintura pizarra es el frente del escritorio, por ejemplo, puede resultar a tus hijos muy atractivo a la hora de ponerse a estudiar o hacer los deberes. Esta misma aplicación puede extenderse a oficinas o despachos. Al igual que se puede aplicar sobre paredes, columnas, puertas, muebles, armarios de cocina, electrodomésticos, pequeños elementos decorativos… Deja volar tu imaginación, elige el color que más te guste y convierte cualquier superficie en una pizarra de forma fácil y rápida. Este tipo de pintura nos permite cambiar la decoración prácticamente a diario. Así, ¿Quién puede resistirse?
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RECIBIDOR PALET, una idea muy original y sencilla de hacer.
Solo necesitas:
✔Palet
✔pintura plástica blanca
✔Lija
✔Rodillos y brochas
La madera de los pates tiene unas características particulares, por lo que antes de aplicar pintura sobre ella es necesario tomar una serie de precauciones.
Pasos a seguir:
1. Desinfectar el palet.
Dependiendo de su procedencia, la madera del palet podría contener bacterias y hongos. Por ello, lo mejor es aplicarle un aerosol fungicida y dejarlo actuar durante un tiempo.
2. ¡A lijar!
Cuando el palet esté desinfectado, hay que examinarlo bien para comprobar si tiene astillas o irregularidades en la madera. Para pulir pequeños detalles se puede usar una lija de mano. Tras lijar el palet, la superficie debe quedar lo más suave posible.
3. Limpiar el palet
Cuando la superfiice haya quedado lisa y homogénea, hay que retirar la suciedad y virutas de madera resultantes del lijado. Al pintar palets es importante no saltarse este paso, ya que si no retiramo toda la suciedad, la pintura no se podrá aplicar bien y quedrán marcas. Para retirar los restos puedes utilizar un paño limpio y húmedo darle una primera pasada, y otro trapo seco para darle el repaso final.
4. Decidir el acabado del palet
Es un paso muy importante porque de ello depende la técnica qe hay que utilizar. Si tan solo vamos a aplicar una capa de barniz, no será necesario darle imprimación. En cambio, si vamos a pintar el palet, será necesario aplicarle una capa de imprimación para asegurar la correcta adherenica de la pintura.
5. Aplicar la imprimación (si vamos a pintarlo de color)
Si no se aplica imprimación, el resultado final del palet podría tener un aspecto demasido rústico. Aplica una capa de imprimación por todo el palet, intentando no dejar ninguna parte sin cubrir. Esta capa de imprimación se puede lijar para que quede más fina, pero no es un paso obligatorio.
6. Pintar el palet
Para pintar palet no se necesita una pericia especial. Tan solo hacerlo de forma cuidadosa, siguiendo un orde e intentando ir siempre en una misma dirección. Luego ya entra en juego la imaginación de cada uno. Puedes pintar palet de diferente colores, con diferentes formas o incluso escribir mensajes.
A la hora de pintar el palet puede ser interesante aplicar una primera capa de pintura más líquida. Cuando esté seca se lija y entonces se le aplica la capa de pintura definitia, esta vez usando una mezcla más gruesa.
¡Y ya está! Esperamos que el resultado finals sea satisfactorio. Recuerda que para pintar palets no tienes por qué usar los palets tal y como vienen, sino que puedes desmontarlos para crear tus propios diseños de sillas, mesas, sofás, armarios, estanterías, cajones o cualquier cosa que te propongas.
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Empieza a notarse el frío de invierno y nos encanta tener el interior de nuestra casa acorde a la estación del año.
Si tienes pensado hacer un cambio en el interior de tu hogar y la idea es dar unas pinceladas de color, te animamos a pintarla combinando los tonos neutros junto con algún color cálido como es el naranja, esto le dará un contraste muy bonito y le ofrecerá esa sensación de calidez que necesita el hogar.
Uno de los aspectos más importantes a tener en cuenta es que al ser un color cálido. Puede reducir visualmente los espacios. Por esta razón, las tonalidades mas intensas se desaconsejan en lugares pequeños. Aunque, como todo en la vida, hay excepciones. Por ejemplo, en vez de pintar todas las paredes de naranja, podemos pintar solo una de ellas, pintarla a la mitad o simplemente, un pequeño detalle, como alguna forma geométrica.
No todo el mundo se atreve a pintar las paredes de color naranja. Es un color atrevido, pero bien utilizado, da unos resultados increíbles. como podéis comprobar en las imágenes.
Es un tono perfecto para salones, despachos, habitaciones, pero también para el baño y la cocina. Basta con pequeñas pinceladas de este color y así conseguir lugares llenos de frescura y modernidad.